1. Conexión Cuerpo-Mente
Si alguna vez ha sentido nudos en el estomago ante una situación tensa, de presión, de preocupación, se puede imaginar que existe una conexión entre la mente y el cuerpo. El cuerpo reacciona cuando una persona está bajo mucho estrés, sufre de ansiedad o está deprimida.
Algunas personas logran manejar mejor el estrés y las presiones de la vida, normalmente tienen un circulo de amigos y familiares que les brindan ayuda , tienen grupos de apoyo, hacen deporte, practican yoga o meditación, y gracias a esto sufren menos enfermedades y se recuperan más rápido al enfermarse. Algunas personas ven las cosas de manera negativa. No manejan bien el estrés, hay pocas personas a su alrededor para ayudarles, no tienen la disciplina del deporte, no conocen los beneficios del Yoga y la meditación, y por esto tienden a enfermarse más seguido, sufrir más afecciones físicas y no mejoran igual de rápido.
Pregunta: No le suele pasar que cuando todo va mal y se pregunta “¿qué más podría suceder?” suele ser el momento preciso en el que se enferma. El sentir esperanza puede ser la mejor medicina. Podría ser justo lo que el médico recetó para mantenerle saludable.
A continuación presentamos algunas formas sencillas para mantener su mente y su cuerpo en sincronización.- Busque el lado positivo de las cosas.
- Calme su mente y cuerpo con meditaciones (momentos de silencio) y respiraciones profundas.
- Ejercite su cuerpo, caminar y hacer Yoga son magníficos ejercicios.
- Tenga una vida equilibrada. Dedique tiempo a las cosas que disfruta.
- Ríase a carcajadas y seguido.
2. Químicas del Cerebro
Cinco químicos en nuestro cerebro que te pueden hacer sentir feliz:
Endocannabinoides. Dopamina. Endorfinas. Serotonina. Adrenalina.
Endocannabinoides: También conocidos como “la molécula de la felicidad”, es cannabis producido por nuestro organismo que funciona en los receptores CB-1 y CB-2 del sistema cannabinoide. Existen diferentes tipos de cannabinoides (de los cuales 85 han sido aislados de la planta del cannabis) que tienen efectos diferentes en el sistema cannabinoide. Un estudio de la Universidad de Arizona señala que la producción de endocannabinoides aumenta luego de correr, causando el efecto de la “alegría del corredor”.
Dopamina: Esta molécula es responsable del comportamiento de recompensa y la búsqueda del placer. Cuando alguien busca algún tipo de recompensa, los niveles de transmisión de dopamina incrementan en el cerebro.
Endorfinas: Su nombre se traduce a “morfina autoproducida” y tiene un efecto similar a los opiáceos. Este químico tiene propiedades analgésicas y es producido por la glándula pituitaria y el hipotálamo durante el esfuerzo físico intenso, relaciones sexuales y el orgasmo.
Serotonina: Un alto nivel de serotonina puede impulsar la autoestima de una persona, disminuyendo la sensibilidad al rechazo e incrementando los
sentimientos de amor propio.
Adrenalina: También conocida como epinefrina, este químico ocasiona un incremento en energía, aumentando el ritmo cardíaco y presión sanguínea. Podemos conseguir una subida en adrenalina al estar en situaciones de angustia o peligro, como aventándose de paracaídas
Entender la conexión cuerpo-mente
Si alguna vez ha sentido nudos en el estomago ante una situación tensa, de presión, de preocupación, se puede imaginar que existe una conexión entre la mente y el cuerpo. El cuerpo reacciona cuando una persona está bajo mucho estrés, sufre de ansiedad o está deprimida.
Algunas personas logran manejar mejor el estrés y las presiones de la vida, normalmente tienen un circulo de amigos y familiares que les brindan ayuda , tienen grupos de apoyo, hacen deporte, practican yoga o meditación, y gracias a esto sufren menos enfermedades y se recuperan más rápido al enfermarse. Algunas personas ven las cosas de manera negativa. No manejan bien el estrés, hay pocas personas a su alrededor para ayudarles, no tienen la disciplina del deporte, no conocen los beneficios del Yoga y la meditación, y por esto tienden a enfermarse más seguido, sufrir más afecciones físicas y no mejoran igual de rápido.
Pregunta: No le suele pasar que cuando todo va mal y se pregunta “¿qué más podría suceder?” suele ser el momento preciso en el que se enferma. El sentir esperanza puede ser la mejor medicina. Podría ser justo lo que el médico recetó para mantenerle saludable.
A continuación presentamos algunas formas sencillas para mantener su mente y su cuerpo en sincronización.
- Busque el lado positivo de las cosas.
- Calme su mente y cuerpo con meditaciones (momentos de silencio) y respiraciones profundas.
- Ejercite su cuerpo, caminar y hacer Yoga son magníficos ejercicios.
- Tenga una vida equilibrada. Dedique tiempo a las cosas que disfruta.
- Ríase a carcajadas y seguido.
3. y 4. ¿Qué es la paz interior?
El concepto paz interior se ha intentado definir de muchas formas distintas. Algunos ejemplos:
- Sentimiento de bienestar y felicidad que se experimenta a nivel interno.
- Estado mental de relajación, tranquilidad y bienestar que se experimenta de forma continuada en el tiempo.
Sentimiento de dicha completa independiente de los estímulos internos y externos. Meta a la que aspira el ser humano que desea encontrar ese equilibrio físico y espiritual que le permita estar bien consigo mismo. Tranquilidad absoluta, calma interior, relajación, bienestar, equilibrio emocional.
¿Cómo podemos alcanzar la paz interior? La paz interior es una cuestión muy personal. Lo primero que tenemos que saber para poder alcanzar la paz interior es, que cada persona es un mundo. No existe un único método para alcanzar ese equilibrio emocional que se traducirá en paz interior.
Métodos que funcionan: Terapias naturales, Flores de Bach, Meditación guida, Yoga relajante, Saunas y Masajes. En resumen: la paz interior es una cuestión muy personal, pero afortunadamente existen algunas claves que funcionan con todos los seres humanos independientemente de sus circunstancias y de su nivel de empatía y sensibilidad.
No existe el método mágico e infalible pero podemos probar diferentes técnicas hasta dar con aquella o aquellas que nos ayuden a mantener ese delicado equilibrio emocional que nos permita vivir en paz con nosotros mismos y con los demás
Consejos
1. Huye de las personas tóxicas
Seguro que te has encontrado más de una vez con una persona tóxica, ¿verdad? Me refiero a esas personas –padres, madres, hermanos, primos, amigos, novios, esposos, hijos, vecinos…- que absorben nuestra energía vital y rompen nuestra paz interior. Así, huir de las personas tóxicas, de los vampiros emocionales, es el primer consejo que debes seguir para poder construir una paz interior fuerte, sólida y duradera.
2. Acepta tus defectos
Nosotros somos las únicas personas de las que no podemos huir hasta el momento de pasar a mejor vida. Hablamos de que para alcanzar la paz interior es preciso que nos obliguemos a aceptar esos pequeños defectos que todos tenemos, que no nos machaquemos todo el día porque no somos buenos en tal o cual disciplina artística, porque somos incapaces de orientarnos al conducir en una ciudad extraña, porque no conseguimos ser tan ordenados como nos gustaría… Aceptar los pequeños defectos que no somos capaces de corregir.
3. Cuida tu cuerpo
El ser humano tiene un plano emocional y un plano físico, dos mitades que conforman un único ser y están fuertemente unidas en la misma trayectoria de la vida. ¿Recuerdas la frase “Mente sana en cuerpo sano”? Quizás ahora mismo estés pensando que hay muchas personas enfermas que han alcanzado la paz interior y, por supuesto, tienes toda la razón del mundo.
>Hay muchos ejemplos de personas que sufren dolor crónico y tienen una paz interior envidiable. Pero atención: esas personas disfrutan de paz interior porque han aceptado su situación física, han minimizado sus limitaciones y han mimado su cuerpo en lugar de odiarlo.
¿Es sencillo cambiar el chip y aceptar el cuerpo que nos ha tocado en suerte? Por supuesto que no, pero es fundamental para poder disfrutar de esa paz interior que todo el mundo necesita para sentirse bien consigo mismo.
4. Trabaja tus pensamientos positivos
¿Cómo ves siempre la botella? ¿Medio llena? ¿Medio vacía? Trabajar los pensamientos positivos es esencial para nuestro yo interior frágil, delicado y, no lo olvides, demasiado expuesto a las malas noticias que nos llegan a través de los medios de comunicación y las redes sociales.
Trabajar a diario tu positividad, proyectar en tu mente imágenes positivas y relajantes no te hará daño, más bien, es un bienestar que te acercará un pasito más a esa paz interior tan cercana o tan lejana.
5. Silencio / Cómo funciona la mente en absoluto silencio
“El silencio es el elemento en el que se forman todas las cosas grandes”
—rn Thomas Carlyle.
En los últimos años, los investigadores han puesto de relieve el poder peculiar del silencio para calmar y subir el volumen de los pensamientos internos. Los descubrimientos son que la ausencia de sonido, produce más relax que la “música relajante”..
En 1960 se hicieron los primeros estudios de “contaminación acústica” y se vinculaba el ruido a mayores tasas de pérdida de sueño, enfermedades del corazón y la aparición del tinnitus.
El sonido funciona así:
Las ondas sonoras hacen vibrar los huesos del oído, que transmiten el movimiento a la cóclea y esta convierte las vibraciones físicas en señales eléctricas que recibe el cerebro. El cuerpo reacciona de inmediato a estas señales, incluso en el medio del sueño profundo. Los ruidos activan la amígdala, asociada con la formación de la memoria y la emoción, y. la activación provoca una inmediata liberación de hormonas del estrés —como el cortisol—. Esto significa que las personas que viven en entornos ruidosos a menudo experimentan niveles crónicamente elevados de hormonas de estrés, puesto que están produciéndolas hasta mientras duermen.
Una bióloga de la Universidad de Duke, Imke Kirste, acabó por descubrir que, a pesar de que todos los sonidos tienen efectos neurológicos a corto plazo, ninguno tiene un impacto duradero. A excepción del silencio.
6 y 7. La diferencia entre la autoestima y el autoconcepto
Antes de definir la autoestima hay que definir y entender que es el autoconcepto, ya que la autoestima se fundamenta en el autoconcepto.
¿QUÉ ES EL AUTOCONCEPTO?
La autopercepción forma un concepto mental de quien y como somos. Todos tenemos una imagen mental de nosotros mismos, es decir, una percepción y una idea de cómo somos tanto física como psicológicamente. Nos formamos esa imagen a lo largo del tiempo, empezando en nuestra infancia. Esta idea de nosotros mismos puede coincidir con la idea que los demás tienen de nosotros o no, incluso esta idea puede coincidir con la realidad o no. Cuando más realista sea el autoconcepto, más adecuada será nuestra interacción con el ambiente que nos rodea, más nos aceptaremos a nosotros mismos, mayor será nuestra capacidad de crecimiento personal y más sólida será nuestra autoestima.
¿QUÉ ES LA AUTOESTIMA? La autoestima se puede definir como el resultado emocional que surge si aceptamos y nos gusta nuestro autoconcepto. Contrariamente al pensamiento popular, la autoestima no surge de evaluarnos positivamente en cada situación, sino de observarnos con objetividad y sobre todo de estimar y aceptar nuestro autoconcepto. La autoestima, no es un concepto fijo y estable, se manifiesta de forma cambiante en función de nuestra situación vital y nuestras circunstancias y se va modificando a lo largo de nuestra vida.
¿Cuál es la importancia de la autoestima?
Podemos afirmar que la autoestima es la base de nuestra salud psicológica. Si nuestra autoestima es adecuada, podremos interactuar con el mundo de forma sana, podremos afirmarnos en cualquier situación y defender nuestros derechos sin alteración. Con una autoestima sana seremos inmunes o poco vulnerables a los ataques emocionales del entorno y actuaremos con tranquilidad en cualquier situación, aceptándonos incondicionalmente, lo que hará que estemos satisfechos de nuestras reacciones y conductas. Una autoestima sana previene enfermedades psicológicas como la depresión o la ansiedad. Es también una de las bases de las relaciones humanas, y por lo tanto, afecta de forma directa a nuestra manera de actuar en el mundo y de relacionarnos con los demás. Nada en nuestra manera de pensar, de sentir y de actuar escapa a la influencia de la autoestima. Una autoestima saludable nos permite tener una serie de conductas y actitudes que tienen efectos beneficiosos para la salud y la calidad de vida.
Por ejemplo, una persona con una autoestima sana:
- Está dispuesta a defender sus derechos personales incluso aunque encuentre oposición o ataques emocionales.
- Se siente lo suficientemente segura de sí misma como para modificar su opinión o su criterio, si la experiencia le demuestra que estaba equivocada.
- Es capaz de obrar según su propio criterio, y sin sentirse culpable cuando a otros no estén de acuerdo con su proceder
- No pierde el tiempo preocupándose en exceso por lo que le haya ocurrido en el pasado, ni por lo que le pueda ocurrir en el futuro. Aprende del pasado y planifica el futuro, pero vive con intensidad el presente.
- Confía en su capacidad para resolver sus propios problemas, sin dejarse acobardar por fracasos y dificultades, y cuando realmente lo necesita, está dispuesta a pedir la ayuda de otros.
- Como persona, se considera y siente igual que cualquier otro, ni inferior, ni superior; sencillamente, igual en dignidad; y reconoce diferencias en talentos específicos, prestigio profesional o posición económica.
- Reconoce que puede ser interesante y valiosa para otras personas.
- No se deja manipular, aunque está dispuesta a colaborar si le parece apropiado y conveniente.
- Reconoce y acepta en sí misma diferentes sentimientos y emociones, tanto positivos como negativos, y está dispuesta a revelárselos a otra persona, si le parece que vale la pena y así lo desea.
- Es capaz de disfrutar con una gran variedad de actividades.
- Es sensible a los sentimientos y necesidades de los demás; respeta las normas sensatas de convivencia generalmente aceptadas, y entiende que no tiene derecho —ni lo desea— a divertirse a costa de otros.
Como conclusión, podemos afirmar que una autoestima sana nos aportara grandes beneficios en todos los aspectos de nuestra vida.
8. ¿Qué es el mindfulness?
Definición
El mindfulness es la focalización de la atención en el momento presente, centrándonos en lo que está. sucediendo “aquí y ahora”, aceptándolo sin más, sin intentar cambiar, ni juzgar nada. Su significado es plena consciencia. Concentrarse en lo que sucede en nosotros y en nuestro alrededor y saber renunciar al ruido y a las distracciones.
En el año 1979, comenzaron a utilizar mindfulness de modo terapéutico para la mejora en niveles objetivos de salud, entre ellos es fundamental para reducir el estrés y la ansiedad, para mejorar los niveles de concentración y nuestra memoria, para descartar los tan incapacitantes pensamientos intrusivos y para la mejora del dolor.
Algunas investigaciones neurocientíficas sugieren que la práctica de mindfulness apoya las conexiones entre la amígdala y la corteza prefrontal, responsable de regular la expresión de nuestros pensamientos, emociones y acciones. Una conexión fuerte entre la corteza prefrontal y la amígdala nos protege de los efectos dañinos del estrés y de la ansiedad. En la práctica, lo que experimenta una persona con el mindfulness es una conexión muy estrecha consigo mismo, con su cuerpo, con su mente y con sus emociones. Al practicar mindfulness te ves a ti mismo desde otra perspectiva, como si fueras un observador que ve todo cuanto acontece en ti y en tu entorno, de modo que te haces más consciente de lo que sientes y piensas. Esto te dará mayor capacidad para alinear tus pensamientos y sentimientos con cualquier propósito que tengas en la vida.
¿En qué consiste? Para poder alcanzar el mindfulness habrá que aprender desde el principio y entrenarse duro para ello. Existen diferentes técnicas que nos pueden ayudar a conseguirlo: hacer yoga, practicar meditación, la respiración consciente. La meditación es un vehículo más de todos los que tenemos para poder alcanzar mindfulness. Mindfulness es un estado que se alcanza a través de la práctica de la meditación, independientemente de que la persona sea o no religiosa. El objetivo del mindfulness es conseguir que nuestra conciencia se relaje y no elabore juicios de nuestras sensaciones, sentimientos o pensamientos.
9, 10, 11. La rendición
La posibilidad de rendirse es una elección personal y siempre está presente. Lo que cambia es tu manera de afrontar la situación.
Rendirse, para muchas personas, es abandonar, tirar la toalla, dejar que los acontecimientos y situaciones desafiantes te pasen por encima y arruinar tus sueños, tus metas y tu vida. Rendirse, también, significa entregarse al devenir de las cosas o conectar con la experiencia más profunda detrás de cada dificultad sobre la que no tengo ningún tipo de control. Estas dos acepciones de una misma palabra significa que, sobre todas las cosas que vivimos a diario, tenemos al menos dos opciones: las asumimos con espíritu de superación, o dejar que nos anulen.
LA FORTALEZA APARECE EN MOMENTOS DE CRISIS
“Cuando nada es seguro, todo es posible”, afirma Margaret Drabble. Todas las grandes crisis por las que atravesamos como seres humanos nos fortalecen, si así lo eliges y asumes. Esta capacidad innata la tenemos todas las personas, porque, en esencia, todos somos resilientes, esa gran fuerza invisible que aparece para ayudarnos a atravesar enormes desafíos. Cuando tenemos experiencias cercanas a la muerte; cuando todo parece haberse destruido en un segundo; incluso cuando la vida se nos presenta completamente negra y oscura, tenemos la enorme oportunidad de empezar a aprender de esa experiencia, sin forzar, con gratitud, entendimiento, y “ver” qué hay más allá de lo obvio de ese mal momento que estamos transcurriendo.
Allí aparece un componente básico y estratégico de la fortaleza interna para no rendirse: la responsabilidad total y absoluta sobre mí, y, sobre todo, la enorme influencia que tiene el poder de la actitud.
Más allá de los momentos buenos, donde no hay mayores inconvenientes, es en las malas cuando se presentan los desafíos.
En el aspecto de la actitud hay un tercer espacio, entre medio, que es la actitud neutral: no significa que te quedarás sin hacer nada, sino que, por el momento vas a detener todo tipo de acción, y solamente te dedicarás a pensar y a procesar lo que está sucediendo; a observarlo desde distintas perspectivas; y a trazar posibles cursos de acción.
8 IDEAS PARA NO RENDIRTE
1) Explora tu auto consciencia
Esta dimensión humana, la de la consciencia, ha sido muchas veces dejada de lado, por cuanto se la liga a la espiritualidad e incluso a la religión.
Sin embargo, es la auto consciencia de quién eres en la que se apoya tu valía, tu coraje, tu determinación y tus motivaciones. Haz trabajo personal, cultívate.
2) Evita definir a los errores como un fracaso
Cada vez que a tu mente le dices la palabra “fracaso” la energía disminuye automáticamente; y en momentos desafiantes necesitas contar con la mayor dosis de potencia interna posible, simplemente porque la necesitarás. Entonces, evita definir un simple error -todos los cometemos- como un fracaso; subsana lo que esté a tu alcance y sigue.
3) Mantén en vista el objetivo final
Otro comportamiento frecuente en los momentos difíciles es que esa emoción que se siente inunda todo el ser. Entonces el panorama se ve completamente negro, o gris en el mejor de los casos. Para superar esta tendencia, mantén en tu visión interna, con tu imaginación creativa: visualízate alcanzando el objetivo final. Aunque en medio de la crisis parezca que jamás llegará, es esa visión la que te irá fortaleciendo paso a paso, bajará tu ansiedad y te conectará con la auto confianza y una mayor serenidad.
4) Recuerda qué es lo que te motiva
Este es el momento para enfocarte en tus más grandes motivaciones, ya a veces en el ritmo vertiginoso de la vida nos olvidamos de lo esencial. Vuelve a lo pequeño, a lo que hace sentido para ti y que te conecta con experiencias internas de motivación y auto liderazgo. Allí encontrarás guía, propósito y energía extra para recargar las pilas.
5) Descubre el sentido oculto de la experiencia que estás viviendo
En este punto necesitas convertirte en un científico de tus emociones para analizar, identificar y detectar rápidamente qué estás sintiendo; en qué parte del cuerpo resuenan y cuál es su origen de raíz. Una vez que lo hagas hallarás parte del sentido, del para qué viene esta experiencia a tu vida, en vez de preguntarte el por qué, que te conecta directamente con tu parte de víctima de las circunstancias.
6) Analiza tus puntos fuertes y poténcialos
Para moverte al siguiente escalón paulatinamente, puedes descubrir también tus puntos fuertes y potenciarlos. Haz un F.O.D.A.: traza una cruz en una hoja de papel, y escribe Fortalezas, Oportunidades, Debilidades, Amenazas. Pon en cada cuadrante lo que reflexiones profundamente respecto a ti y tu fortaleza interna; y sigue con el siguiente cuadrante. Es una radiografía bastante precisa de aquello con lo que cuentas, y lo que podrías hacer para completar lo que falta.
7) Incorpora el pensamiento lateral
Phyllys Battome tiene mucho sentido común cuando afirma que “Hay dos modos de afrontar las dificultades: cambias las dificultades o te cambias a ti para hacerles frente.” Así que, puestos en la misma circunstancia, dos personas en las mismas condiciones reaccionan de formas completamente diferentes. Lo que se activa es pensamiento lateral, una ruta alternativa de acción que nos puede llevar a obtener resultados totalmente diferentes.
Pensar el desafío de maneras totalmente diferentes te conecta con el infinito mundo de posibilidades que pueden estar disponibles; sólo que quizás aún no las hayas visto.
8) Cambia la palabra “problema” por “asuntos a resolver”
Aquí tenemos otra formulación del lenguaje interno con el que nos hablamos que puede ayudarte: cada vez que utilizas la palabra “problema” para definir alguna situación que se presenta, por más crítica que sea, la mente subconsciente tiende a cerrarse y justamente lo que necesitas es abrir opciones y alternativas.
En cambio, te invitamos a corregir tu vocabulario interno con una expresión como la de “aquí hay un asunto crítico por resolver”, “puedo hacerlo”, “haré absolutamente todo lo que esté a mi alcance” (y lo haces), y vas a ver como te ayudará la neuro plasticidad del cerebro para hacer todo su trabajo a tu favor, en expansión.
12. Las emociones
Las emociones son reacciones que todos experimentamos: alegría, tristeza, miedo, ira… Una emoción es un estado afectivo que experimentamos, una reacción subjetiva al ambiente que viene, influidos por la experiencia.
Las emociones tienen una función adaptativa de nuestro organismo, a lo que nos rodea. En el ser humano la experiencia de una emoción generalmente involucra un conjunto de actitudes y creencias sobre el mundo, que utilizamos para valorar una situación y, por tanto, influyen en el modo en el que se percibe.
Durante mucho tiempo las emociones han estado consideradas poco importantes y siempre se le ha dado más relevancia a la parte más racional del ser humano. Pero las emociones, al ser estados afectivos, indican estados internos personales, motivaciones, deseos, necesidades e incluso objetivos.
Apenas tenemos unos meses de vida, adquirimos emociones básicas como el miedo, el enfado o la alegría. Algunos animales comparten con nosotros esas emociones tan básicas, que en los humanos se van haciendo más complejas gracias al lenguaje, porque usamos símbolos, signos y significados.
Cada individuo experimenta una emoción de forma particular, dependiendo de sus experiencias anteriores, aprendizaje, carácter y de la situación concreta. Algunas de las reacciones que desencadenan las emociones son innatas, mientras que otras pueden adquirirse.
Charles Darwin observó como los animales (especialmente en los primates) tenían un extenso repertorio de emociones, y que esta manera de expresar las emociones tenía una función social, pues colaboraban en la supervivencia de la especie.
Aunque todos hemos sentido la ansiedad o el nerviosismo, no todos somos conscientes de que un mal manejo de estas emociones puede acarrear un bloqueo o incluso la enfermedad.
Existen 6 categorías básicas de emociones.
MIEDO: Anticipación de una amenaza o peligro que produce ansiedad, incertidumbre, inseguridad.
SORPRESA: Sobresalto, asombro, desconcierto. Es muy transitoria. Puede dar una aproximación para saber qué pasa.
AVERSIÓN: Disgusto, asco, solemos alejarnos del objeto que nos produce aversión.
IRA: Rabia, enojo, resentimiento, furia, irritabilidad.
ALEGRÍA: Diversión, euforia, gratificación, contentos, da una sensación de bienestar, de seguridad.
TRISTEZA: Pena, soledad, pesimismo.
Tienen diferentes funciones:
MIEDO: Tendemos hacia la protección.
SORPRESA: Ayuda a orientarnos frente a la nueva situación.
AVERSIÓN: Nos produce rechazo hacia aquello que tenemos delante.
IRA: Nos induce hacia la destrucción.
ALEGRÍA: Nos induce hacia la reproducción (deseamos reproducir aquel suceso que nos hace sentir bien).
TRISTEZA: Nos motiva hacia una nueva reintegración personal.
13. Manejar las emociones
Actrices y actores manipulan sus emociones por medio de la respiración. Un método es el “alba emoting”, porque al manejar la respiración estás manejando la frecuencia cardíaca, y también qué hormonas y neurotransmisores están funcionando. Entonces, la respiración impacta directamente en la fisiología del cuerpo.
Para que las emociones no nos manejen
Manejar la respiración no permite controlar los estados de ánimo, pero ser conscientes de nuestra respiración y preocuparse de hacerlo más lento y
profundo en situaciones de estrés, “ayuda a calmarnos, a retomar el control de la situación, y evitará algunos de los síntomas agregados que ocurren al respiramos aceleradamente y barrer mucho dióxido: la sensación de mareo, los hormigueos en manos y pies, y la sensación de torpeza”.
El artículo científico Respirar por encima del tronco cerebral, demuestra que a través de la respiración podemos trabajar la atención, la memoria o el control
emocional.
“Si necesito funcionar y estar alerta, lo puedo hacer; si necesito relajarme para poder dormir, puedo lograrlo”
Hay respiraciones para el estrés, otras que permiten despertar, relajar, o manejar la ansiedad. Por eso, se busca entrenar el cuerpo para que, cada vez que se tenga estrés, podamos recuperarnos de la situación rápido”.
14. Culpa / Culpabilidad
Aprende a diferenciar entre culpa y sentimiento de culpabilidad. Solemos confundir la culpa con el sentimiento de culpabilidad, aunque la realidad es que estos sentimientos no tienen por qué estar relacionados entre ellos.
Por un lado, la culpa hace referencia al “darse cuenta a nivel cognitivo” de que se ha hecho algo que no está bien. Por otro lado, el sentimiento de culpabilidad nos hace sentir “un cierto dolor o malestar “por haber hecho algo que se valora como
negativo.
Ni la culpa, ni el sentimiento de culpabilidad son negativos en sí mismos. Lo que los convierte en “negativos” es la manera desproporcionada en la que a veces los experimentamos.
Es cierto que la culpa, o el sentimiento asociado a ella, pueden “golpear” un poco nuestra autoestima al enfrentarnos con nuestras limitaciones e imperfecciones.
Para evitarlo, es conveniente asumir desde la confianza, que mi valor como persona no depende de lo bien o mal que haga las cosas. Así podremos vivirlas de manera sana y aprender de nuestros errores.
Tanto la culpa, como el sentimiento de culpabilidad, pueden ser adaptativos, entendiendo adaptativo como una herramienta positiva para aprender a relacionarnos con los demás, o perjudiciales.
15. Ansiedad
La ansiedad es una emoción normal que se experimenta en situaciones en las que el sujeto se siente amenazado por un peligro externo o interno. Habría que diferenciar entre: Miedo – el sujeto conoce el objeto externo y delimitado que le amenaza y se prepara para responder.
y ansiedad – el sujeto desconoce el objeto, siendo la amenaza interna y existiendo. una dificultad en la elaboración de la respuesta. La ansiedad es anormal cuando es desproporcionada y demasiado prolongada para el estímulo desencadenante. A diferencia de la ansiedad relativamente leve y transitoria causada por un evento estresante, los trastornos de ansiedad duran por lo menos seis meses y pueden empeorar si no se tratan.
Existen distintos cuadros clínicos en los que la ansiedad es el síntoma fundamental:
- Trastorno por crisis de angustia, en el que la ansiedad se presenta de forma episódica como palpitaciones, sensación de ahogo, inestabilidad, temblores o miedo a morirse.
- Trastorno de ansiedad generalizada, con un estado permanente de angustia.
- Trastorno fóbico, con miedos específicos o inespecíficos.
- Trastorno obsesivo-compulsivo, con ideas intrusivas y desagradables que pueden acompañarse de actos rituales que disminuyen la angustia de la obsesión (lavarse muchas veces por miedo a contagiarse, comprobar las puertas o los enchufes, dudas continuas).
- Reacciones de estrés agudo o postraumático.
- Trastornos de adaptación a situaciones vitales adversas.
¿Cuáles son los síntomas más habituales?
Palpitaciones
Sensación de ahogo
Angustia
Fobias
16. Enojo
¿Qué es el enojo?
El enojo es una emoción humana natural, como otras, que nace de la percepción del entorno y la reacción fisiológica del cuerpo ante las sensaciones que se
producen por ello.
El enojo es como una señal de emergencia para el cuerpo. Para resolver esta emergencia, el sistema nervioso activa y prepara al cuerpo para responder a ella o huir.
¿Qué pasa en el cuerpo cuando nos enojamos?
Se acelera la respiración
El corazón bombea más rápido
Sube la presión arterial
Sudamos
Las pupilas se dilatan
Las manos se ponen frías
Posibles temblores
Enojarse conlleva una alteración emocional irritación, rabia y/o afán de revancha o venganza. Muchas veces se refleja en una agresión verbal o física hacia aquel que lo provocó.
¿Qué pasa en el cerebro cuando nos enojamos?
La parte de nuestro cerebro que responde cuando nos enojamos es la amígdala, la cual controla las emociones. En la parte superior de la amígdala está el lóbulo frontal, el cual interviene en la toma de decisiones, resolución de problemas y control de nuestro comportamiento. Cuando el enojo llega, la sangre inunda la corteza frontal y nubla el pensamiento racional. El lóbulo frontal derecho de nuestro cerebro es el encargado de controlar las emociones negativas y el izquierdo las positivas. Cuando nos enojamos el lóbulo frontal derecho de nuestro cerebro se activa haciendo que la racionalidad se pierda. Esto eleva los niveles de dopamina generando que las zonas del cerebro que nos permiten auto controlarnos se inactiven, por eso al estar enojados cometamos actos que no hacemos en estado normal.
17. Dolor
La filosofía budista cree que la única manera de sobreponerse al dolor que acarrea nuestra existencia, este “valle de lagrimas” es renunciar al deseo, a la intención, a la voluntad en suma y dejarse arrastrar a la negación de esa tendencia innata a conservar lo material.
Schopenhauer vivió de 1788 a 1860, si leemos atentamente su pensamiento encontraremos mucha similitud de su época con la sociedad actual, persiguiendo aprovechadamente la excelencia, el poder, la belleza, el dinero a cualquier precio, con la idea de que la consecución de esas metas nos dará la felicidad y, sin embargo, con la experiencia de la insatisfacción tras alcanzarlas necesitando buscar otras.
Este pensamiento influyó decisivamente en otros pensadores posteriores como Nietzsche, Thomas Mann, Freud, Sartre, Unamuno o Baroja, pensadores cargados de un cierto pesimismo que también reflexionaron sobre el sufrimiento humano.
Es verdad, que es fácil escribir teorías sobre las cosas mientras uno tiene resueltas las necesidades básicas. sin embargo, podemos aprovechar sus enseñanzas o las de buda. “La felicidad no está en las cosas materiales, en la satisfacción de los deseos sino, quizá en encontrar un camino de mejorar como ser humano y ayudar a los demás también a mejorar.”
La introspección o el mindfulness como se preconiza actualmente son métodos de alejarse de lo material hacia ese interior que a todos nos iguala y nos convierte en una diminuta porción del todo Universal.
La iluminación no está bajo los focos del éxito o la popularidad sino en el desapego de lo individual en beneficio de lo general, “el bienestar de la mayoría debe estar por encima del bienestar de la minoría”, esto no es de un filósofo, sino de un extraterrestre de la ficción Mr. Spock. La naturaleza imita al arte.
18. Tristeza
¿Qué es? -Una reacción ante una pérdida o situación adversa por la que nos vemos superados.
¿Qué nos causa tristeza?
Los desencadenantes más comunes de la tristeza suelen ser: La pérdida de una persona, objeto u objetivo valioso.
La vivencia de una situación adversa.
Estos mismos desencadenantes son compartidos por otras emociones de carácter negativo como pueden ser la ira o la rabia. El hecho de que una persona ante una determinada situación experimente tristeza o rabia dependerá fundamentalmente de sí considera que todavía se puede hacer algo, en cuyo caso las emociones que sentirá pueden ser ira, rabia, etc. Si por el contrario, esa persona considera que no se puede hacer nada para mejorar la situación entonces, se sentirá realmente triste.
¿Qué factores determinan la intensidad de esta emoción?
Es bien conocido, el hecho de que ni todas las personas se ponen tristes ante una misma situación. Ni todas ellas, reaccionan con la misma intensidad ante estas situaciones.
Los moduladores más comunes de esta emoción son:
Los patrones de personalidad
Los esquemas
El entorno sociocultural
Entre los patrones de personalidad, conviene saber que una persona con alto grado de neuroticismo presenta mayor probabilidad a sentirse triste, ya que este rasgo normalmente va asociado con una baja autoestima, una gran facilidad para sentirse culpable y un alto grado de exigencia consigo misma. Por otro lado, variables cognitivas de la personalidad también influyen en la emoción de tristeza. Así por ejemplo una persona, con un estilo pesimista, piensa que otra persona es la responsable y causante de todo aquello negativo que le ocurre en la vida, cuando los hechos afortunados son sólo producto del azar y no tienen nada que ver con su persona.
¿Para qué sirve la tristeza?
- Atenuar el nivel funcional de la persona.
- Centrar la atención en un mismo.
- Provocar la búsqueda de apoyo social y promover la empatía por parte del entorno.
- Facilitar la introspección y el análisis constructivo de la situación que ha generado el conflicto.
Expresión corporal
La cara de una persona triste se caracteriza por:
Elevación de la parte interior de las cejas.
Descenso de la comisura de los labios.
Ascenso de los pómulos y estrechamiento de la apertura de los párpados.
Inclinación de la cabeza.
Mirada hacia abajo.
En cuanto al resto del cuerpo se observa una mayor lentitud del movimiento. Una de las cosas más características de las personas afligidas por la tristeza es su tono de voz que disminuye notablemente al igual que la fluidez verbal.
19. Miedo
¿Qué es? El miedo es la reacción que se produce ante un peligro inminente.
¿Qué nos produce miedo? La variedad de estímulos que genera esta emoción en nosotros tan extensos, que se nos hace imposible enumerarlos. Cualquier cosa puede provocar miedo en una determinada persona.
Procesamiento
Cuando sentimos miedo creemos que tenemos una baja capacidad de control y de predicción. No obstante, consideramos que necesitamos hacerle frente de manera inminente y para ello, movilizamos toda una serie de comportamientos. Siempre evitamos y/o escapamos de aquello que nos produce ese temor
¿Para qué sirve el miedo?
Fundamentalmente, nos sirve para “reaccionar “y escapar eficazmente de cualquier peligro inminente.
Efectos físicos
El miedo nos paraliza y nos hace fijar toda nuestra atención en el estímulo desencadenante. Además en aquellos casos en los que sea necesario nos facilitará las conductas defensivas. Entre otras reacciones fisiológicas se encuentran las siguientes un aumento de la presión cardiaca, sudoración, dilatación de pupilas, descenso de la temperatura corporal, aumento de conductancia de la piel, aumento del tono muscular llegando incluso al agarrotamiento. Además hay veces que cuando el estimulo se produce de forma repentina, genera en nosotros una respuesta de sobresalto.
Efectos subjetivos
Los principales efectos subjetivos del miedo son: una gran sensación de malestar, preocupación , y en un gran número de ocasiones, la sensación de pérdida total del control.
Consecuencias del miedo
Como hemos visto es una emoción que resulta muy útil a la hora de escapar de peligros o potenciales peligros. Sin embargo, no hay que olvidar que también es una barrera que te impide vivir la vida. En caso, de que sea excesivo: “El miedo nos paraliza, nos bloquea emocionalmente y nos dificulta disfrutar en muchas ocasiones de los pequeños o grandes placeres de la vida”.
El miedo, da lugar a una enorme cantidad de trastornos psicológicos. Entre ellos cabe destacar:
Trastornos obsesivos compulsivos.
- Trastornos de ansiedad.
- Ataques de pánico.
- Síndrome de estrés postraumático.
- Fobias.
Para que algo se considere una fobia deben darse en las siguientes características:
- Evitar inevitablemente el estímulo o la condición desencadenante.
- La sensación de miedo es desproporcionada en comparación con el peligro real de la misma.
- No podemos controlarlo.
- Producen un cierto grado de desasosiego y malestar.
- No existe una justificación real a ese sentimiento.
La psicología clínica es un recurso a veces necesario para superar estos trastornos ya que la persona afectada se ve muy limitada en su día a día. En aquellos casos donde la gravedad sea extrema la medicación consigue efectos muy beneficiosos. No hay que olvidar, que nunca podemos auto medicarnos.
20. Alegria
Alegría es un estado de ánimo producido por un acontecimiento favorable que suele manifestarse con signos exteriores como la sonrisa, un buen estado de ánimo y el bienestar personal. La palabra alegría proviene del latín alicer o alecris que significa “vivo y animado.”
El término alegría puede utilizarse como sinónimo de: contento, júbilo, animación, entusiasmo, felicidad, diversión, esparcimiento, gozo, agrado, entre otros.
La alegría como valor se manifiesta desde el interior del alma, y se refleja a través de sensaciones de bienestar. La alegría es un sentimiento positivo causado por una emoción placentera, o por la proximidad con alguna persona o cosa que exterioriza este tipo de emoción y la transmite hacia las demás personas.
El amor es la causa más profunda y común para la alegría ya que conlleva al relacionamiento con las demás personas.
21. Acción y Reacción / Causa y Efecto
Una ley natural básica gobierna la comunicación humana. La ley de causa y efecto, a nivel mental. El principio de acción y reacción, en el plano psíquico.
Otra forma de expresarla podría ser: “Al final, lo que recibes es igual a lo que diste”. Según esta ley, todo lo que recibimos y percibimos, no es ni más ni menos que la respuesta perfectamente lógica, completa y exacta a todo aquello que expresamos. Usted tal vez pensará que esta ley no está funcionando, ya que a veces usted recibe reprimendas, o quejas, o críticas que usted considera injustificadas, no merecidas.
Tal vez le parezcan injustas, con respecto a su pensar y sentir actuales, pero seguramente son la respuesta que corresponde a lo que usted viene expresando desde hace años, consciente o inconscientemente. Piénselo.
Recuerde que si usted no manejó ni está manejando su comunicación de manera consciente, o estratégica, si usted no ha estado haciendo grandes esfuerzos por dominar su comunicación, entonces usted está y ha estado toda su vida emitiendo al mundo gran cantidad de comunicación involuntaria, con seguridad descuidada, a veces desconsiderada, o incluso sarcástica, burlona, crítica, punzante o agresiva. Y el mundo, recuerde, simplemente responde a lo que usted expresa, según lo que recibe y según su propia interpretación; no responde a lo que usted piensa, o siente, o a lo que usted en realidad quiso expresar y no pudo o no supo.
El mundo simplemente responde a los que usted le expresa, consciente o inconscientemente.
Si pudiéramos ver claramente todo lo que emitimos hacia el mundo y sobretodo lo que hemos emitido toda la vida, y sus impactos en otras personas, entonces podríamos ver claramente como todo lo que nos termina sucediendo es la respuesta exacta a nuestras acciones previas. Pero para esto es necesario tomar mayor conciencia. Volvernos más conscientes.
Conocernos mejor, observar mejor lo que hacemos e hicimos, y así comprender mejor lo que nos sucede ahora. Necesitamos conocernos más y mejor a nosotros mismos, y así llegar a percibir todo lo que expresamos al mundo, de manera consciente e inconsciente, verbal y no verbal, directa o indirectamente, y los efectos que todo esto produce en otras personas. Si usted no entiende o no le gusta lo que recibe del mundo, no se enoje, no proteste, no se altere, no se indigne. Simplemente trate de observar qué tipo de señales está enviando, es decir, qué le está diciendo usted al mundo en primera instancia, y qué le viene diciendo desde hace años.
Después de un tiempo de observarse y meditar, usted podrá empezar a ver que lo que recibe no es ni más ni menos que la respuesta lógica del mundo a lo que usted había estado enviando. Pero no a lo que usted está diciendo ahora, ni a lo que dijo ayer, sino a lo que usted viene diciendo desde siempre. La ley funciona en el largo plazo, a lo largo de la vida (y más allá). No hace balance cada minuto, ni cada hora, ni cada día. No tiene apuro. Esta es la ley fundamental de la comunicación humana. Entonces, si todos los días, desde hace años, usted sale a recorrer la ciudad con cara de “bull-dog ” entonces no se pregunte porque no recibe cariños, ni sonrisas, ni lindas miradas por parte de otra gente. Si todos los días sale a torturar gente con sus ladridos, desde hace tiempo, no espere que el mundo lo trate bien, se acuerde de usted, y le haga hermosos regalos de cumpleaños. Si usted, desde hace años, trata mal, presiona y amenaza a sus hijos, no espere que cuando sean independientes ellos vengan a usted con regalos, sonrisas y agradecimiento por la infancia recibida.
22. Respeto
La palabra proviene del latín respectus, que traduce ‘atención’, ‘consideración’, y originalmente significaba ‘mirar de nuevo’, de allí que algo que merezca una segunda mirada sea algo digno de respeto.
El respeto es un valor y una cualidad positiva que se refiere a la acción de respetar; es equivalente a tener veneración, aprecio y reconocimiento por una persona o cosa.
El respeto es uno de los valores morales más importantes del ser humano, pues es fundamental para lograr una armoniosa interacción social. El respeto debe ser mutuo y nacer de un sentimiento de reciprocidad. Una de las premisas más importantes sobre el respeto es que para ser respetado es necesario saber o aprender a respetar, a comprender al otro, a valorar sus intereses y necesidades.
El respeto también debe aprenderse. Respetar no significa estar de acuerdo en todos los ámbitos con otra persona, sino que se trata de no discriminar ni ofender a esa persona por su forma de vida y sus decisiones, siempre y cuando dichas decisiones no causen ningún daño, ni afecten o irrespeten a los demás. Respetar es también ser tolerante con quien no piensa igual que tú, con quien no comparte tus mismos gustos o intereses, con quien es diferente o ha decidido diferenciarse. El respeto a la diversidad de ideas, opiniones y maneras de ser es un valor supremo en las sociedades modernas que aspiran a ser justas y a garantizar una sana convivencia.
Muchas religiones abordan la cuestión del respeto hacia los demás, porque es una de las reglas esenciales para tener una relación sana con el prójimo. Los valores morales son principios creados por la sociedad y la tradición con el fin de definir pautas correctas de comportamiento general.
Sin respeto no tendríamos en cuenta la vida, opiniones y creencias de los demás. Todo esto generaría caos y sería un paso atrás para la sociedad.
Por eso, cada vez que actuamos con respeto estamos contribuyendo a crear un mundo mucho más justo y amable para vivir. Respetar al otro solo por el hecho de ser humano, considerarlo un igual aunque se vea, se exprese o piense diferente es una de las más altas expresiones de respeto como valor moral.
23. Empatía
La palabra empatía es de origen griego “empátheia” que significa “emocionado”.
La empatía es la intención de comprender los sentimientos y emociones, intentando experimentar de forma objetiva y racional lo que siente otro individuo.
La empatía hace que las personas se ayuden entre sí. Está estrechamente relacionada con el altruismo – el amor y preocupación por los demás – y la capacidad de ayudar.
Cuando un individuo consigue sentir el dolor o el sufrimiento de los demás poniéndose en su lugar, despierta el deseo de ayudar y actuar siguiendo los principios morales.
La persona empática se caracteriza por tener afinidades e identificarse con otra persona. Es saber escuchar a los demás, entender sus problemas y emociones.
Por otro lado, la empatía permite a una persona comprender, ayudar y motivar a otra que atraviesa por un mal momento, logrando una mayor colaboración y entendimiento entre los individuos que constituyen una sociedad.
24. Respiración / La conexión emoción-respiración
En el tronco encéfalo existe un grupo de neuronas que activan la inspiración y la expiración . Esta red está interconectada con el sistema nervioso autónomo, que es la que se activa con nuestras emociones.
El sistema nervioso autónomo —el cual controla las funciones y actos involuntarios— se divide en el sistema simpático y el parasimpático.
• EL SIMPÁTICO- se activa cuando estamos ante situaciones de estrés o emoción.
Ejemplo: que se detenga nuestro tránsito intestinal o que aumente nuestra frecuencia e intensidad respiratoria.
• EL PARASIMPATICO – hace lo contrario: lo contiene.
El control de esto es complejo, se autorregula con la información que recibe de sensores mecánicos, químicos y barométricos ubicados en el pulmón. El conjunto de todo esto determina la frecuencia y duración de cada respiración.
La respiración impulsa todas las acciones que realizamos. El cerebro posee un marcapasos respiratorio que se activa y se puede ajustar, precisamente, respirando y manipulando el ritmo al que inhala y exhala.
La respiración lenta y controlada disminuye la actividad de este circuito, influyendo en los estados emocionales.
25. Mente Positiva
Siempre usa palabras positivas
¿Cuántas veces nos encontramos a nosotros mismos quejándonos de todo? ¿muchas, verdad? Por eso es importante recordar que nuestras palabras reflejan nuestros pensamientos y, mientras más busquemos cosas positivas para decir, más llenaremos nuestros pensamientos de una actitud positiva. Haz un esfuerzo para comprometerte a tener siempre una mente positiva. Te sugiero el siguiente ejercicio: cada día cuando te despiertes ten una conversación contigo mismo y pregúntate: ¿qué quiero lograr? ¿cómo reaccionaré cuando llegue a mi destino? ¿cómo evitaré los pensamientos negativos?
Comprométete en ese momento a evitarlos y substituirlos por pensamientos constructivos y positivos. A la mañana siguiente revisa qué tanto lograste expulsar los pensamientos negativos en tu día anterior y ¡comienza de nuevo!
Enfócate en el momento presente
Normalmente hacemos que los problemas parezcan más grandes de lo que realmente son. Esto puede convertirse en un hábito. ¡Un pésimo hábito! Pero enfocándote en el presente harás más pequeñas tus preocupaciones y miedos sobre lo que podría fallar. Acepta que no todo es perfecto ¡el perfeccionismo no nos acerca a la felicidad, nos aleja de ella! Ser positivos no significa pensar que todo es perfecto. Puede ser difícil renunciar a la necesidad de perfección y control, pero aceptar que las cosas no siempre pasarán como lo esperas te dará paz interior, tranquilidad y te enfocará positivamente hacia el futuro. Muchas situaciones se encuentran fuera de nuestro control, y en vez de gastar energía generando emociones negativas por esto, mejor acepta que las cosas no salieron como querías y enfócate en qué podrías hacer mejor de la próxima vez.
Convive con personas positivas
¡Dime con quién andas y te diré quién eres! Nos parecemos a las personas que nos rodean: mientras más tiempo pases con gente que tenga una mente positiva empezarás más y más a pensar/actuar positivamente.
Contribuye a tu comunidad
Una de las mejores maneras de ser más positivo (y de hecho sentirte mejor), es contribuir con tu comunidad de alguna manera.
Es maravilloso ayudar a otras personas.
Sé agradecido
Una vez por semana aparta unos minutos de tu día para agradecer por todo lo que tienes de bueno en tu vida. Recordar todas aquellas razones por las cuales te sientes agradecido, te ayuda a mantener el enfoque positivo para enfrentar cualquier situación de tu vida. Ser agradecido convertirá la ira y la frustración en sentimientos más positivos.
¡Medita!
La meditación nos ayuda a generar pensamientos positivos.
26 y 27. Dar y Recibir
Dar y recibir son dos importantísimas capacidades presentes en nuestra vida que, durante mucho tiempo, han sido sumamente «malinterpretadas» por la sociedad. Todos tenemos bastante claro el valor que tiene dar a los demás, pero nadie habla de recibir. La capacidad de dar debe llevar unida la capacidad de recibir para crear relaciones sanas y equilibradas entre las personas. Pero, esta parte nos suele costar algo más, ¿por qué ocurre esto?
Las creencias sociales y religiosas nos dicen que tenemos que dar amor, apoyo y cariño. Y nos recuerdan lo importante que es ser generoso y compartir con el prójimo.
Durante años, a las mujeres se nos educó y preparó para esto: para cuidar, querer, apoyar. Y, como era habitual, se nos dijo que esto era el amor. A los hombres se les preparó para dar respuestas y soluciones, para dar seguridad a la familia y se les dijo que eso era amor. Por eso, durante años, y poco a poco, en nuestras mentes hemos ido formando una idea errónea sobre lo que es el amor de verdad.
Creíamos que para que nos quisieran teníamos que ser serviciales, entregarnos a pesar de olvidarnos de nosotros mismos, y sin nunca pedir nada a cambio. Sin embargo, eso es un gran error. Cuando lo hacemos, estamos creando relaciones asimétricas y sin equilibrio. Y de ese modo, aunque a corto plazo nos sintamos bien, a la larga, nos hace sentir inferiores e insatisfechos.
El amor verdadero es el que da, pero también, el que pide y acepta lo que recibe. Cuando damos nos sentimos valiosos para la otra persona, y cuando pedimos, es la otra persona quien se siente digna de nuestra confianza y valiosa para nosotros. Lo que permite una relación equilibrada y de iguales. La capacidad de recibir está muy relacionada con nuestra capacidad de ser agradecidos y humildes. También con el “merecimiento”, porque no vamos a recibir nada que no pensemos que nos merecemos.
Agradecidos cuando alguien nos brinda su ayuda. Humildes para pedir y reconocer que necesitamos ayuda y que estamos abiertos a recibirla. Merecedores de todo ello. Porque a todos nos gusta querer y ser queridos y porque todos nos merecemos esa felicidad.
Ejercicio:
Nos haremos estas preguntas.
Cuándo doy, me haré estas preguntas:
• ¿Me entrego, para qué lo hago?
• ¿Quiero conseguir algo a cambio?
• ¿Doy lo que necesito recibir o, por el contrario, doy lo que el otro necesita o se merece?
Cuando recibo, me haré estas preguntas:
• ¿Me siento merecedor de ello? ¿Lo agradezco o por el contrario le resto importancia o incluso lo rechazo?
• ¿Estoy recibiendo en la medida que doy?
• ¿Me siento inferior si recibo?
Las respuestas a estas preguntas estarán determinando la calidad de tu vida y de tus relaciones
28. Desapego
“La felicidad es como una mariposa, si la persigues se aleja de ti, pero si te sientas y te relajas, se acaba posando en tu hombro”. (Viktor Frankl)
Todos buscamos la felicidad y tener una vida plena, libre de sufrimiento. Y todos empleamos cada uno de nuestros recursos para lograrlo.
Esto es aplicable a cada una de las facetas de nuestra vida, desde la sentimental hasta la profesional. Todas ellas son importantes para nuestra felicidad.
¿cómo es posible ser feliz si estás sufriendo emocionalmente? EL desapego es una herramienta valiosísima para conseguir la felicidad plena.
¿QUÉ ES EL APEGO? El apego ‒del verbo apegarse‒ es sinónimo de aferrarse, de atarse e incluso de establecer dependencia u obsesión hacia algo o alguien.
Cuando te apegas a un objeto, idea, actividad o persona, acabas generando con ellos fuertes vínculos. Tan fuertes que puedes volverte adicto a ellos. Y, cuando eres adicto a algo, tu vida acaba por girar entorno a esa adicción. Estás dispuesto a todo para no dejar ir ese objeto, actividad o persona. Haces todo lo que esté en tu mano para seguir a su lado y alimentar los vínculos que los unen.
No tiene nada de malo tejer y alimentar vínculos con personas, ideas, actividades e incluso objetos. El problema de las adicciones es que suelen acabar por limitar tu vida, e incluso por dominarla.
Efectos colaterales:
La ansiedad – amiga íntima del estrés.
EL miedo – primo-hermano de la ira y la violencia.
La frustración, la decepción o la depresión.
La enfermedad, consecuencia última de todas las formas de sufrimiento.
Lógicamente, todo ello te aparta de tu camino y hace que te sientas infeliz y perdido en la vida.
¿HASTA CUANDO VAS A APEGARTE?
El desapego siempre está llamando, pero no es fácil escucharlo, porque el ego se resiste. Se resiste porque no quiere cambiar, no quiere que cambies. Cambiar lo mataría, y el ego, como cualquier ser vivo, tiene su propio instinto de supervivencia.
El ego hace que te apegues a todo aquello que te mantiene dentro de tu zona de confort.
Para lograrlo utiliza a todos sus secuaces: el miedo, la dependencia, la pereza, la inseguridad…
Pero la zona de confort es un lugar donde no hay progreso, crecimiento personal o evolución de cualquier tipo.
Es un lugar que ‒como la misma palabra indica‒ es cómodo. Y ese lugar te va bien para descansar, para tomar una pausa o para digerir experiencias pasadas. Pero no para pasar la vida entera ahí metido.
Por ello, cuando llevas demasiado tiempo en esa zona de confort, empiezas a sufrir, a degradarte y a sentir el daño y los efectos colaterales de los que hablamos anteriormente.
29. Actitud
La actitud es el resultado de tus elecciones personales, conscientes e inconscientes.
Las víctimas quedan enfocadas en el afuera; siempre sueñan con que viene una persona a resolverle todos los problemas, y en esa fantasía, se pierden de disfrutar, aprender y expandirse. Su actitud es negativa, pesimista y nostálgica por un pasado que -dicen- supo ser mejor, o fantaseando un futuro que -afirman- no depende sólo de ellos.
Los protagonistas asumen el reto de mantenerse en un estado equilibrado inteligente, con una mayor tasa de positividad en su actitud que la media de las personas. Afrontan los problemas, se sientan encima, y los resuelven. Se ocupan en vez de preocuparse. Tienen la cualidad de la gratitud permanente, y buscan conectar cada vez más con personas y experiencias de bienestar y felicidad, empezando por ellos -base de su sana auto estima-, y, por consecuencia, para los demás.
Todo esto se liga con la responsabilidad personal, que es tuya y no la puedes entregar ni delegar a nadie más. Respons/habilidad es la habilidad para responder ante las situaciones que te ocurren. Sólo depende de ti, y de nadie más.
5 preguntas para pasar a ser protagonista de tu vida
¿De qué forma me estoy limitando en mi desarrollo?
¿Cómo puedo trabajar con constancia y persistencia para lograrlo? (Ser 100% responsable de mi vida / Respons-habilidad, habilidad para responder)
¿Qué quiero de verdad en los distintos aspectos de la vida?
¿Cuál es la elección de actitud consciente e inconsciente que puedo tomar para que mi vida vaya mejor?
¿Qué resultados he obtenido con mi actitud negativa?
¿Cómo podrían ser si cambio esa polaridad, a actitud positiva?
30. Responsabilidad
La palabra responsabilidad procede del latín responsum, del verbo respondere, que a su vez se forma con el prefijo re-, que alude a la idea de repetición, de volver a atrás, y el verbo spondere, que significa “prometer”, “obligarse” o “comprometerse”. “ La habilidad de responder”
En otras palabras, responsabilidad significa cuidar de sí mismo y de los demás, en respuesta a la confianza que las personas depositan en nosotros. Cuando somos responsables, estamos expresando el sentido de comunidad y de compromiso que asumimos con los demás. La responsabilidad es un valor y una práctica ética, ya que impacta en la vida familiar, académica, laboral y ciudadana. Una persona responsable cumple con sus deberes de manera oportuna y eficiente.
Por ejemplo, es responsable una persona puntual en su trabajo, que lleva a cabo las tareas y objetivos asignados de la mejor manera posible. También se dice que alguien es responsable cuando asume las consecuencias de sus acciones. Por ejemplo, cuando una persona daña accidentalmente un objeto ajeno y se dispone a repararlo o sustituirlo por uno nuevo. En el derecho la responsabilidad se refiere a la obligación legal de responder por los daños que una acción genera en los demás, siempre en los términos establecidos en la ley para cada caso.
El valor de la responsabilidad reside en que, gracias a ella, nos cuidamos unos a otros y alcanzamos el desarrollo familiar, comunitario y social. Cuando alguien no es responsable, no solo afecta su propio crecimiento, sino que perjudica a los demás. En la sociedad, se espera que las personas actúen de forma responsable, ejerciendo sus derechos y desempeñando sus obligaciones como ciudadanos. Por ejemplo, cuando un padre abandona a un hijo, afecta su crecimiento emocional y lo expone a una vida más difícil. Pero cuando cuida de él con cariño, el niño crece con autoconfianza y desarrolla mejor sus habilidades. Del mismo modo, cuando el presidente de un país y su equipo de gobierno no cumplen con sus obligaciones, se desata una crisis social. Al contrario, cuando obran con responsabilidad, el país avanza. Como vemos, hay situaciones o roles donde el nivel de responsabilidad es mayor: un cargo político, un puesto de trabajo, ser padres o cuidar de alguien.
31 y 32. El Karma
¿Qué es el karma?
Lo que llamamos : «mi vida» – es una cierta cantidad de energía controlada por una cierta cantidad de información. Esta información, en términos de hoy, se puede llamar «software».. Te conviertes en un determinado tipo de personaje debido al tipo de información que ha entrado en ti. Desde el momento en que naciste hasta este momento —el tipo de familia, hogar, amigos, las cosas que hiciste y no hiciste—, todas estas cosas te influencian.
Cada pensamiento, emoción y acción provienen únicamente de impresiones pasadas que has tenido dentro de ti. Estas deciden quién eres ahora mismo. La misma forma en que piensas, sientes y entiendes la vida es solo la forma en que has asimilado los datos.
En tu percepción, ahora mismo, desde el momento en que naciste hasta hoy, qué tipo de padres, familia y educación tuviste, qué tipo de antecedentes religiosos y sociales, qué tipo de realidades culturales, la suma de esta información es tradicionalmente llamada «karma» o «cuerpo kármico» o «cuerpo causal», aquello que causa la vida.
Tipos de karma
En aras de la comprensión, podemos hablar de las otras dos.
Sanchita karma
Si cierras los ojos, te vuelves lo suficientemente consciente y miras dentro de ti mismo, conocerás la naturaleza del universo, no porque lo mires a través de tu cabeza, sino simplemente porque esta información está presente en la elaboración del cuerpo.
Hay un almacén de información que se remonta a la creación. Ese es tu sanchita karma.
Pero no puedes tomar tu almacén y hacer negocios al por menor. Necesitas tener una tienda para hacerlo al por menor. Esa «tienda minorista», que es para esta vida, se llama «prarabdha».
Prarabdha Karma
El prarabdha karma es una cierta cantidad de información asignada para esta vida. Dependiendo de la vitalidad de tu vida, la vida asigna para sí misma la cantidad de información que puede asumir. La creación es muy compasiva. Si te da todo el karma que tienes, estarás muerto. En este momento, muchas personas son torturadas por los simples recuerdos de los 30 o 40 años de esta vida. Si se les da cien veces esa memoria, no la sobrevivirían. La naturaleza asigna prarabdha, una memoria asignada que puedes manejar.
¡Libérate del karma!
Sea cual sea el tipo de karma que tengas es una posibilidad limitada y eso es lo que te convierte en una persona limitada. Dependiendo del tipo de impresiones que hayas recibido —ya sea de odio e ira, o de amor y alegría—, tienes, en consecuencia, un determinado tipo de personalidad; por lo general, cada ser humano es una mezcla compleja de estas cosas. Una vez que permites que esta estructura kármica se desarrolle más allá de cierto punto, realmente no existe la libertad. Todo lo que haces está condicionado por el pasado. Si quieres moverte en la dirección de la liberación, una de las primeras cosas que necesitas hacer es aflojar la sujeción y el grillete del karma. De lo contrario, no habrá movimiento….si estás genuinamente en el camino espiritual, nada estará claro. Todo estará borroso.
¿Cómo lo haces? Una forma sencilla es romper el karma físicamente. Si tu karma es despertarte a las 8 de la mañana, pon tu alarma a las 5. El karma de tu cuerpo es que no querrá levantarse. Pero tú dices: «No, me voy a levantar». Incluso si se levanta, tu cuerpo querrá tomar café. Pero le das una ducha fría. Ahora, simplemente estás rompiendo el viejo proceso kármico al hacer algo conscientemente. Lo que te gusta lo puedes hacer inconscientemente, ¿no es así?
Lo que no te gusta, tienes que hacerlo conscientemente. Esta no es la única manera, hay otras maneras más sutiles y efectivas, solo te digo la manera más cruda posible.
La espiritualidad y el karma
Una vez que entras en el camino espiritual, estás haciendo una declaración: «Tengo prisa por llegar a mi destino final». No quieres tomarte cien vidas. Y, en el proceso de estas cien vidas, puedes reunir suficiente karma para durar otras mil vidas. Quieres apurarte. Una vez que empieza un proceso espiritual, si las iniciaciones se realizan de una cierta manera, se abren dimensiones que no se habrían abierto de otra manera. Habrías vivido una vida más tranquila si no fueras espiritual, pero una vida más apagada también, más cercana a la muerte que a la vida. Sin que nada fundamental se agite dentro de ti, tal vez solo lo pasaste cómodamente.
¿Significa esto que todas las cosas negativas te suceden una vez que estás en el camino espiritual? No es así. Es solo que, cuando la vida se mueve a un ritmo tremendo —un ritmo mucho más rápido que el de las personas que te rodean—, piensas que te está sucediendo alguna tragedia. Ninguna tragedia te está sucediendo. Es solo que ellos van a una velocidad normal, pero tu vida rueda en avance rápido.
33. Victima o Protagonista
En la vida, en cualquier situación, solo dos posturas se pueden tomar: Víctima o protagonista.
La intención tiene que ver con tu poder interno de alcanzar el nivel de experiencia para el que estás dispuesto. Los que asumen ser protagonistas de su vida planifican, desarrollan y utilizan su intuición como guía, se marcan metas y sueños; sin embargo, las personas víctimas parecen transcurrir sus días con el freno de mano puesto -como en su auto- por miedo, creencias y paradigmas, y esto los dejan estancados y paralizados. El poder de la intención, entonces, es el gran activador interior.
La acción es consecuencia directa de la intención. Los protagonistas saben que se manifiesta y concreta sólo aquello que hay en su interior. Incluso si lo que surge en la realidad es distinto de lo que anhelan, aprovechan esa vivencia colocándose en la posición de un aprendiz, listo por hacerla realidad y evolucionar. La víctima generalmente se queda en la primera etapa, la del sueño. Este vivir en la “ensoñación” de la realidad no hace que las cosas suceden. Cuando no ocurre la que ellos quieren, se quejan, paralizan, y postergan cualquier otro anhelo, por Lo que se rinden sin volver a intentarlo.
¿Sabías que la inmensa mayoría de las personas se rinden sólo en un primer intento? Los protagonistas son distintos: se levantan de los tropiezos y desafíos, y siguen adelante.
34. Autodisciplina
La autodisciplina es la capacidad de seguir reglas impuestas personalmente, con orden y constancia, usando solo la fuerza de voluntad. La autodisciplina es una virtud que se adquiere con constancia. Ser una persona disciplinada implica enfocarse en las metas que se desean alcanzar, ya sea, en el ámbito personal, laboral o académico. La capacidad de auto disciplinarse requiere de la transformación de la disciplina en hábito, respetando las reglas y normas impuestas por cada uno hasta que se vuelva algo normal.
¿Cómo adquirir autodisciplina? Para adquirir autodisciplina es necesario tener determinación y practicarlo cada vez que sea posible, para que se vuelva un hábito.
Para ello, es importante tener en cuenta estos puntos para empezar a fortalecer esta virtud:
Usar bien el tiempo: debemos programar nuestras actividades para conseguir nuestros objetivos diarios.
Identificar nuestras fortalezas: es importante reconocer lo que sabemos hacer para usarlos a nuestro favor.
Conocer las prioridades: es necesario tener claro cuál es el orden de importancia de nuestros quehaceres.
Rodearse de personas que nos apoyen: esto ayudará a generar más motivación.
Tomar decisiones con información limitada: conseguir ser rápidos en la acción le da foco a lo que queremos hacer y no postergarlo indefinidamente.
Elegir actuar: entre hacer o no hacer, es siempre preferible lo primero.
Anotar todo: es un mecanismo que nos ayuda a no olvidarnos de nada.
Dejar de ser perfeccionista: el hábito de la disciplina necesita de tiempo, por lo tanto si dejamos de ser perfeccionistas evitamos estar siempre nerviosos y actuar.
35. Los 4 acuerdos
El sistema de creencias
Este sistema es muy poderoso. Desde que naces las personas te tratan de moldear en base a lo que ellos creen que es correcto y lo que no.
Sin darte cuenta al crecer empiezas a moldear tu vida, o felicidad, en base a estas creencias, por lo que terminas viviendo una vida que no elegiste, sino la que te programaron.
Cada actitud es reforzada por castigos y recompensas, si te portas bien te premian y si no, te castigan. Gracias al miedo de ser castigados o de no recibir la recompensa poco a poco las personas empezaban a fingir algo que no son para complacer a los demás. Es por eso que los seres humanos ven normal temas como el sufrimiento, vivir con miedo y tener dramas emocionales. Cada vez que miras la sociedad en la que estas, compruebas que es un lugar complicado de vivir porque está gobernado por el miedo.
Sin embargo, no es necesario que tu sueño sea una pesadilla, porque puedes disfrutar una vida agradable. El problema es que pasamos la vida buscando belleza, justicia o felicidad. Hasta el punto en el que olvidamos que todo está dentro de ti, y son tus creencias actuales no te permiten ver lo que tienes enfrente.
Primer acuerdo: Sé impecable con tus palabras
Este acuerdo es uno de los más importantes y complicados. Se trata de manejar de forma correcta tus palabras. Aunque suene simple, muchas veces solemos decir cosas sin pensar y herimos a otros (aunque esa no sea nuestra intención).
¡Las palabras son tan poderosas! y la forma en que las uses te puede liberar o encarcelar. Es decir, tus palabras o pensamientos tienen tanto poder que pueden cambiar una vida o destruirla. Piensa en la persona que llevo al mundo a una guerra mundial solo usando sus palabras, solo con eso pudo convencer a cientos y miles de personas a que hicieran actos horribles. Las palabras de Hitler, creadas por el miedo, fueron tan poderosas que crearon caos en el mundo… Imagínate que tu mente es como un campo donde cada palabra, idea y opinión es una semilla de donde saldrá una planta. Debes considerar sembrar semillas de amor y no de odio ya que eso es lo que tendrás en tu vida. Tus palabras construyen o destruyen.
Cada palabra tiene la capacidad de entrar a la mente y cambiar para bien o para mal todas las creencias. Ser impecable con tus palabras es usar tu energía de la forma correcta, es no ir en contra de ti. Cuando eres impecable puedes asumir la responsabilidad de tus actos sin culparte.
Por ejemplo si crees que ofender a alguien no es ir en contra de ti piénsalo dos veces. Lo que resulta de ese ataque es que la otra persona te odie y ese odio no es bueno para ti.
Un ejemplo:
Una madre cansada después de un día de trabajo quiere llegar a su casa y disfrutar de un tiempo de silencio.
Pero cuando llega encuentra a su hija cantando a todo volumen. Este comportamiento hace que el dolor de cabeza aumente y le grita a su hija “Ya silencio, ¡Tienes una voz horrible!”. En ese momento a la madre no le importa si su hija tiene una voz fea o bonita, lo único que quiere es un poco de silencio.
Al escuchar estas palabras, la hija decide crear un acuerdo con ella misma y no volver a cantar, porque cree en las palabras de su madre y que molestará a cualquier persona que la escuche.
Si puedes entender y aplicar este primer acuerdo verás la cantidad de cambios que tendrá tu vida. Estos beneficios los podrás ver en la forma en la que tratas
a los demás y hasta a ti mismo.
Viendo el poder que tiene el primer acuerdo, debes enfocarte a decir y pensar cosas positivas, ya que así puedes llenar tu jardín de experiencias y emociones que le den un beneficio a tu vida.
Segundo acuerdo: No te tomes nada personal
Este acuerdo es sobre la importancia de no tomarte las cosas de manera tan personal. Lo que dicen los demás son solo palabras, tu eres el que controla el significado que tienen en tu vida.
Por ejemplo, si un extraño te detiene en la calle y te dice que estas gordo ¿que pensarías?. Esta persona lo que intenta hacer es enviarte sus creencias, ideas y opiniones. Pero al final tu eres el que decide si tomas estas palabras como algo personal o si dejas que pasen sin que te afecten. Cuando no te tomas las cosas de forma personal te vuelves inmune a todo el veneno que las personas intentan meter a tu vida, esa inmunidad es un don de este acuerdo.
Pero por desgracia muchas veces las personas suelen creer que son responsables de todas las cosas que suceden. El motivo por el que terminas con este tipo de pensamientos se llama importancia personal.
Miguel Ruiz menciona que la importancia personal es la expresión más grande de egoísmo, ya que piensas que todos y todo gira a tu alrededor.
Para liberarte de estos pensamientos debes entender que nada de lo que hacen los demás se relaciona contigo. Incluso en situaciones que pueden parecer muy personales en donde alguien te insulta a la cara, tampoco tiene que ver contigo. Lo que las otras personas dicen, hacen o piensan se basan en los acuerdos que han establecido en su mente. Cuando sabes lo que eres y lo que vales no necesitas buscar esta información por otra parte o tratar de que te acepten. Si sabes esto nada de lo que te digan podrá afectarte. Al convertir este segundo acuerdo en un hábito en tu vida, es cuando te empiezas a sentir más libre que nunca, porque poco a poco estas rompiendo docenas de pequeños acuerdos que te hacen sufrir.
Recuerda que tu eres el dueño de tu película tu decides como te sientes, lo que te afecta y lo que no. En este momento tienes el control y debes aprovecharlo.
Tercer acuerdo: No hagas suposiciones
Todas las personas en algún momento terminan haciendo suposiciones sobre cualquier cosa en su vida. El problema es que al hacerlo, crees que lo que supones es cierto y terminas creando un drama de la nada.
No por nada dicen que hacer una suposición es buscar un problema. Si te pones a repasar todas tus tristezas y malos ratos te darás cuenta que siempre surgen por algún tipo de suposición. Creer que todo el mundo piensa y actúa como tu es lo que te termina causando una gran decepción cuando te das cuenta que las cosas no son de esta manera. Para evitar este tipo de situaciones lo mejor que puedes hacer es preguntar y dejar a un lado todas tus suposiciones. Ya que cuando le preguntas a las personas cuáles son sus intenciones o instrucciones, evitas confusiones o conflictos innecesarios. Esto se aplica para cualquier aspecto ya sea laboral, de pareja, familiar o hasta contigo mismo.
No te preocupes si necesitas hacer más preguntas para tener las cosas claras ¡Hazlo sin miedo! ya que mientras más preguntas hagas, más cerca estarás de encontrar la verdad. Este acuerdo se enfoca en la forma en la que te comunicas con las personas, con este cambio tus relaciones no se verán afectadas por suposiciones equivocadas.
Cuarto acuerdo: Haz siempre tu máximo esfuerzo
Miguel Ruiz dice que este acuerdo permite que los otros 3 se vuelvan un hábito en tu vida. El cuarto acuerdo se enfoca en: dar tu mejor esfuerzo sin importar las circunstancias o el resultado. Seguro alguna vez has escuchado la frase “Haz lo mejor que puedas”. ¿Pero sabes lo que significan esas palabras?.
Antes que nada debes saber que como seres cambiantes puedes encontrar que tu máximo esfuerzo va a ser distinto algunas veces. Habrán días en donde te sientas desanimado o hasta enfermo, por lo que es normal que tu desempeño no sea el mismo que cuando te sientes bien. Aquí está la ventaja de este acuerdo, “cuando das lo mejor de ti en cada situación eliminas los remordimientos o los sentimientos de culpa” porque diste lo mejor de ti.
Cuando entregas tu máximo esfuerzo puedes vivir una vida con gran intensidad en todos los aspecto, desde tu trabajo o hasta con tu familia. El dar tu máximo esfuerzo significa actuar porque amas hacerlo no porque esperas una recompensa. En el momento que empieces a amar lo que haces, dar lo mejor de ti no será una obligación sino una reacción natural.
Disfruta lo que haces. Muchas personas solo trabajan para tener una recompensa cada 15 días o al mes (su sueldo), como esta es su única motivación terminan con una resistencia al trabajo. Se encuentran impacientes, deseando que llegue la hora de irse o que sea fin de semana. Estas personas no dan su máximo esfuerzo ya que solo hacen las cosas porque se sienten obligados para poder mantener su estilo de vida. En el momento que llega el fin de semana intentan alejarse de toda responsabilidad porque no están felices con el rumbo que toma su vida.
Mientras tanto las personas que se mueven por el placer de hacerlo y ven su sueldo como algo adicional, terminan logrando más de lo que alguna vez pensaron. Si disfrutas lo que haces siempre darás tu máximo esfuerzo y te encontrarás disfrutando tu vida. Aunque este acuerdo no es fácil de mantener, es el que te hace sentir en verdad libre, porque cuando se convierte en una creencia en tu vida comienzas a aceptarte mientras aprendes de tus errores. Pero es importante que tampoco te vayas a los extremos: Si tratas de dar más de tu máximo esfuerzo, solo terminaras gastando tu energía sin ninguna necesidad.
Si das menos de tu máximo esfuerzo, vas a terminar con un sentimiento de culpa y resentimiento.
Da lo mejor de ti.
Debes dar lo mejor de ti en cada situación. Trabaja duro porque es lo que te hace feliz no porque esperas algo a cambio.
Si haces tu máximo esfuerzo por evitar los malos hábitos como: usar mal tus palabras, tomarte las cosas personales y hacer suposiciones estarán menos presentes en tu vida.
Haz siempre tu máximo esfuerzo por mantener estos acuerdos y con el paso del tiempo verás que se vuelve más sencillo lograrlo.
36. El Poder Del Ahora
1.- Enfocarse únicamente en el presente e ignorar el pasado y el futuro mejora radicalmente la vida.
Tendemos a vivir quejándonos del pasado o soñando con el futuro, y no damos el valor suficiente al ahora porque damos por hecho que siempre habrá otra oportunidad. Cuando traemos recuerdos del pasado o sueños del futuro, los hacemos parte de un presente al que no pertenecen, desaprovechando la coyuntura de vivir cada momento como algo único que tenemos a nuestra disposición. Sólo importa el presente, deja de aferrarte al pasado y no tengas miedo del futuro. Resuelve todas las situaciones a medida que se van presentando y llena tu vida de esos pequeños momentos que dan forma a una vida feliz.
2.- La mayoría del sufrimiento que sentimos es creado por nosotros mismos y, por lo tanto, se puede eliminar.
El sufrimiento no es otra cosa que la resistencia que oponemos para aceptar las cosas que nos incomodan y no podemos cambiar. Si no tomas medidas para reducirlo y manejar tus pensamientos, este se puede convertir en un círculo vicioso. A partir de ese momento, todo lo que no controlas se apodera de ti, te irritas y te frustras fácilmente, entonces conviertes al sufrimiento en parte esencial de tu vida. Haz frente a todas las situaciones en el momento que se presentan, acéptalas o haz lo necesario para cambiarlas, pero no dejes que se apoderen de ti.
3.- El ego puede ser nuestro peor enemigo
¿Conoces personas que se autosabotean todo el tiempo? Son personas que parece que su única misión en la vida es ser miserables. Es muy probable que no lo sepan, pero el culpable de todo es el ego. El ego es esa parte de la mente que nos hace reaccionar de manera exagerada y poco ecuánime, entrar en discusiones absurdas, pretender controlar a otros y querer tener siempre la razón. El ego, como su nombre lo dice, pretende ser la parte central de tu vida y corromperla para ganar toda la atención. Aléjate de él, sepárate de la mente y concéntrate en tu cuerpo. Pon atención a los sentimientos, las emociones que te provocan personas y situaciones y haz caso a tu instinto y corazonadas. Cada vez que juzgues a alguien o un pensamiento negativo se presente de manera recurrente, puedes estar seguro que es el ego tomando control de tu vida. Ignóralo, escucha a tu cuerpo y continúa adelante.
4.- Vive alerta y dispuesto
Si vives alerta y dispuesto a tomar las oportunidades que aparezcan en el momento que se presenten, estarás viviendo el ahora. Centra tu atención en ello y no permitas que la mente gobierne sobre ti. Cuando vives atento, la mente no tiene oportunidad de volar sin sentido, tu energía y enfoque están dirigidos a construir cosas reales que mejoran tu calidad de ‘vida, elevan tu autoestima y tus niveles de bienestar. A pesar de que muchas personas piensan que vivir el presente es sinónimo de vivir una vida pasiva, es exactamente lo contrario, te obliga a fortalecer tu determinación y resolver problemas de maneras innovadoras.
5.- Vivir el presente no elimina el sufrimiento de manera absoluta, pero ayuda a manejarlo mejor
No seamos ingenuos, vivir en paz y feliz no te hace inmune a todo tipo de sufrimiento. Aunque la mayoría del dolor que experimentamos es auto creado, por supuesto que existe dolor que no podemos evitar, como la muerte de un ser querido. Este es el ejemplo perfecto que vivir en el presente no pretende ignorar u ocultar el malestar de manera banal. La tristeza, la depresión y otros sentimientos y padecimientos destructivos son reales; existen, y es necesario reconocerlos y mejorar en su manejo. Vivir el ahora no elimina de golpe todos los padecimientos, pero te ayuda a atajarlos de inmediato disminuir sus efectos negativos.
Para concluir, podemos decir que vivir pensando en el pasado o el futuro, sin dar el valor suficiente a las cosas grandes o pequeñas que nos pasan en el presente, es la ruta perfecta para el malestar, frustración y sufrimiento.
¿Cómo se practica la meditación del aquí y ahora?
En relación al tiempo, es recomendable empezar practicando varios minutos al día e ir ampliando en función vayas adquiriendo la rutina hasta llegar al ritmo ideal de 30 minutos diarios. Hay que ser perseverante, no abandonar si no notamos cambios al principio e intentar no avanzar demasiado rápido. Ten paciencia.
Encuentra tu momento tranquilo del día: por la mañana justo después de despertarte, antes de acostarte al terminar la jornada, después de comer al medio día…
Escoge un ambiente o sitio relajado: libre de ruidos y/o distractores externos, con una temperatura adecuada y en el que nos sintamos muy a gusto: en tu cuarto, en la oficina, en un parque al aire libre, en el jardín…
Ponte ropa cómoda y colócate: también en una postura cómoda. Sentado en el suelo con la espalda recta para no obstaculizar la respiración o tumbado sobre una esterilla.
Céntrate en tu respiración: concéntrate en cómo el aire entre por tus fosas nasales hacia tus pulmones, cómo nutre de oxígeno todo tu cuerpo y cómo sale de nuevo por la nariz, llevándose con él todo lo malo y lo negativo. En cuanto tu mente se distraiga llévala de nuevo a la atención de tu respiración. Con la práctica, poco a poco irás mejorando la técnica y cada vez te llevará menos tiempo alcanzarlo.
Deja que aparezcan libremente los pensamientos y emociones que vayan surgiendo: Es imprescindible mantener una actitud neutral ante ellos, no juzgarlos como buenos o malos, simplemente percibirlos y observarlos de manera impersonal.
37. La ley de la Atracción
EL SECRETO:
Existe un secreto que pocos lo conocen desde hace miles de años. Muchos de los
líderes poderosos lo conocían, pero preferían mantenerlo para ellos y no compartirlo. El gran secreto de la vida se llama la “Ley de Atracción”. Esta postula que las cosas similares se atraen. Por lo tanto, cuando usted tiene un pensamiento, este atrae hacia usted pensamientos similares.
Los pensamientos son una forma de energía magnética y tienen una frecuencia rotatoria. Cuando tienes un pensamiento, este es enviado hacia el universo, y magnéticamente atrae aquellas cosas que están vibrando en la misma frecuencia. En consecuencia, si quieres cambiar algo en tu vida, debes cambiar la frecuencia e intensidad del estado vibratorio y esto se logra al cambiar tus pensamientos.
Tus pensamientos actuales están creando tu vida futura en este preciso momento, y todo lo que sucede en ella en el futuro próximo. Aquello en lo que piensas más a menudo, aquello en lo que más te enfocas, aparecerá en tu vida de una u otra manera. Tus pensamientos se convertirán en cosas.
Las personas exitosas, las que han atraído la abundancia a su vida, han aprendido a usar la Ley de Atracción para hacerlo, en forma consciente o inconsciente, de todos modos esta ley universal sigue funcionando. Ellos lo han atraído mantenido pensamientos de riqueza y abundancia, y no se permitieron tener ideas contradictorias en sus mentes.
Por el contrario, quienes no tienen lo que desean, es simplemente porque pasan más tiempo pensando en lo que no quieren o en lo que no tienen, que en lo que realmente desean. Nos demos cuenta o no, siempre estamos pensando. Para la mayoría, el único momento en el que no pensamos es cuando dormimos. Sin embargo, la Ley de Atracción sigue funcionando con el ultimo pensamiento antes de ir a la cama. Asegúrese entonces que sus últimos pensamientos antes d e dormir sean sueños y pensamientos positivos.
El secreto ( Ley de Atracción ) en pocas palabras
La Ley de Atracción es una ley universal natural, como lo es por ejemplo la Ley de la gravedad. Como tal, es constante e imparcial.
BONO - La libertad
Que importante, necesaria, y relativa es la libertad. Significado en un diccionario:
• Estado o condición de la persona que es libre, que no está en la cárcel ni sometida a la voluntad de otro, ni está constreñida por una obligación, deber, disciplina, etc.
• Facultad y derecho de las personas para elegir de manera responsable su propia forma de actuar dentro de una sociedad. “la libertad es un derecho humano básico”
La libertad física o la libertad mental, las dos dependen de las emociones. Puedes vivir en el paraíso, y estar encarcelado en tu mente, puedes vivir encarcelado físicamente, y tener una mente libre. Esta capacidad o deficiencia depende de tu potencial emocional.
Las emociones, conectadas directamente a nuestra mente y a nuestro cuerpo, afectan y controlan nuestra calidad de vida. Si aprendemos a moderar y dirigir nuestras emociones, el cuerpo y la mente responderán, y seremos capaces de llevar nuestra vida a los niveles más altos de calidad. Podremos dejar de sobrevivir, y en cambio vivir plenamente.
Una de las herramientas eficaces para conseguir un equilibrio entre cuerpo, mente y alma: La meditación.
LIBROS
1. EL poder del ahora – Eckhart Tolle
2. Los cuatro acuerdos – Don Miguel Ruiz
3. Autodisciplina – Paolo Marrone
4. El Monje que perdió su Ferrari – Robin Sharman
5. El libro tibetano de los muertos – Padma Sambhava
6. La ley de la atracción – Mentes libres
7. Meditación y Mindfulness para principiantes – Maria Prajna
8. Yoga Guía Completa – Tai Morello
9. El maravilloso libro de las frases célebres – Samuel CA
10. El Efecto Actitud — Víctor Küppers